VERACRUZ, RÍO DE RAPACES II. UN
PARAÍSO PARA LOS AMANTES DE LAS AVES DE PRESA
Observatorio de Chichicaxtle visto desde la casa verde, donde nos quedábamos |
Zopilote de cabeza roja |
La escena descrita arriba representa un momento cualquiera del día en la planicie costera del estado de Veracruz durante los meses de septiembre y octubre, momento álgido del paso migratorio de aves rapaces a través del continente americano.
Aguililla cuaresmeña |
Pizarra informativa con los números de aves registrados |
Durante el mes de septiembre es
habitual el recuento diario de más de 10.000 rapaces en estos observatorios,
aumentando hasta los 100.000 individuos diarios durante el mes de octubre,
número que puede multiplicarse por tres o por cuatro en algunas jornadas o hasta alcanzar el máximo registrado de
1.407.038 aves para un solo día de conteo en octubre del año 2003.
Milano del Misisipi comiéndose una libélula |
Aguililla de ala ancha |
La cuarta especie, el zopilote de cabeza roja (Cathartes aura, alrededor de 2.500.000 individuos/año), es residente en algunas zonas y en otras inverna más al norte de Veracruz, aunque una parte importante de su población pasa por aquí.
Aguililla aura |
Además de estas, pueden observarse con facilidad gavilanes de pecho rufo (Accipiter striatus, sobre 4.000/año ), y pollero (Accipiter cooperi, sobre 2.500/año), águilas pescadoras (Pandion haliaetus, más de 3.000/año), aguilillas gris (Buteo plagyatus, sobre 600/año), cola roja (Buteo jamaicensis, más de 200/año) y aura (Buteo albonotatus, sobre 250/año), gavilán pico gancho (Chondohierax uncinatus, sobre 200/año), gavilán rastrero o aguilucho pálido (Circus cyaneus, más de 300/año), milano tijereta (Elanoides forficatus, más de 300/año), halcón peregrino (Falco peregrinus, alrededor de 1.000/año), cernícalo americano (Falco sparverius, más de 6.000/año) y esmerejón (Falco columbarius, más de 200/año), todas ellas relativamente comunes durante el paso migratorio.
Águila pescadora |
Águila cangrejera juvenil |
Por si todo esto fuera poco, el
fenómeno migratorio en esta parte del mundo incluye otras muchas especies
además de las rapaces.
Pelícano blanco |
Algunos días, el cielo se cubre con las líneas de pelícanos (Pelecanus erythrorhynchos) que, en formación, van pasando con un ritmo más pausado que el que se imponen las aves rapaces, a veces llegando a casi el millar de ejemplares en un solo bando.
Otras veces son la cigüeñas (Mycteria americana), las anhingas (Anhinga anhinga) o los ibis blanco(Eudocimus albus) y coco prieto (Plegadis chihi) los que aportan sus siluetas de vuelo a la migración, mezclándose en mayor o menor medida con las líneas de aves de presa.
Paloma de ala blanca |
También a principios del mes de
noviembre, algunos pequeños bandos de patos (nosotros vimos Anas crecca, A. discors, A. clypeata y
Aythia affinis) se unen a la fiesta de la migración, y pueden verse pasar
sobre el mar o pegados a la costa en apretados grupos veloces.
También es muy espectacular en cuanto a número
de individuos la migración de paseriformes, sobre todo de los llamados chipes
de los géneros Vermivora, Setophaga(=Dendroica), Geothlypis, Wlisonia, Icteria, Seiurus y
similares, de los que hemos podido observar una veintena de especies y de los
gorriones Passerina, Spiza y otros, de los que vimos media
docena más. A pesar de que el grueso de la migración de estos pequeños pájaros
transcurre durante las horas nocturnas, hemos tenido la suerte de encontrar
algunos ejemplares durante sus descansos diurnos, siempre en pequeño número,
aunque suficientes para disfrutarlos.
Tyrannus forficatus |
Otros paseriformes en migración pertenecen al grupo de los Tyrannus, y entre estos hemos podido observar a tres, T. tyrannus, y los espectaculares T. savana y T. forficatus, con sus colas en forma de horquilla formadas por largas plumas. En el caso del último de estos tiranos, los bandos pueden observarse en pleno día, pasando a tu alrededor en ocasiones durante largos períodos de varios minutos.
La misma sensación puede sentirse
con las golondrinas (Hirundo rustica,
Stelgidopterix serripenis y Riparia
riparia) que a veces nos acompañan durante todo el día, en ocasiones
acompañadas de los vencejos (Chaetura
pelágica), que vuelan a mayor altura.
Archilochus colubris |
Además de las aves, otros grupos faunísticos se ven abocados a utilizar esta ruta durante sus desplazamientos en busca de climas más benignos, y vemos grandes cantidades de libélulas pertenecientes a varias especies y algunas mariposas que, según nos cuentan, algunos años llegan a ser muy abundantes.
A pesar de que no soy partidario de
hacer este tipo de listas tan extensas en este blog, creo necesario hacer esta
excepción para tener una idea más ajustada de la realidad en cuanto a la espectacularidad
del fenómeno migratorio aquí en Veracruz.
Durante un día normal de conteo, el
día comienza tranquilo.
Temprano empieza el vuelo de las
golondrinas y los vencejos, sobre nuestras cabezas. Un poco más tarde comienzan
a levantar el vuelo y a formarse los vórtex de los residentes zopilotes negros,
y con ellos van llegando las primeras rapaces migratorias.
Agulilla gris juvenil |
Siguen pasando gavilanes
solitarios. Un cola roja.
Al este, un vórtex de 500 pájaros.
Casi todos ala ancha. Al oeste, una línea mixta de 2.350 rapaces más. Sobre
ella, 60 anhingas.
Tres líneas más tarde, 280
cigüeñas, y un halcón peregrino. Dos pescadoras más.
Un grupo de Tyrannus forficatus nos rodea durante un rato. Pasan unos 50.
Cigüeñas americanas |
Un puñado de colibríes pasan
zumbando. Las golondrinas siguen pasando.
Casi todas las líneas grandes que
vemos están bastante alejadas, pero a las dos de la tarde, un río formado por
unas 1.800 aves pasa justo sobre nuestras cabezas. Emocionante.
Un momento del conteo en el observatorio de Chichicaxtle. Hugo, Andrea, Rigo y Ángel. |
Las siguientes dos horas se cuentan 28.000 pájaros.
Un esmerejón. Dos cooper. Un pecho
rufo. 100 pelícanos más. Un aguilucho y dos grises.
Suenan un par de especies de chipes
en la vegetación y las buscamos para identificarlas.
A lo lejos, hacia la costa, vemos
un vórtex de gaviotas de Franklin. Son 327.
Un peregrino. Otro. Que sean tres,
y un cernícalo. Dos cooper.
Dos pecho rufo, 200 auras, 26
cuaresmeñas y 672 ala ancha. Un peregrino. Una pescadora. Doce ibis. Son las
cinco.
A las siete de la tarde, hora de
cierre, se han contabilizado 68.439 aves. En el otro observatorio “tan solo”
40.056. Mañana será otro día…
Ibis blanco |
Durante el transcurso de la temporada, las especies predominantes van variando, de forma que el conteo comienza a mediados de agosto con altos números de milanos de Misisipi, que dejan de pasar a principios de octubre (de hecho, nosotros vimos únicamente una docena de individuos durante nuestra estancia), momento en que predominan los ala ancha hasta mediados del mismo mes, cuando ceden protagonismo a cuaresmeñas y zopilotes. De la misma forma y al igual que en el Estrecho de Gibraltar, algunas especies como los gavilanes o los aguiluchos (y probablemente otras), realizan una migración diferenciada por edades, pasando en primer lugar los jóvenes para ser seguidos por los adultos más tarde.
Con este espectáculo permanente, y otros de los que hablaremos en
próximas entradas, es perfectamente lógico que nos hayamos quedado aquí hasta
hoy 21 de noviembre, día final del proyecto. Y además de
disfrutar, siempre seguimos adquiriendo experiencia que seguramente nos vendrá
bien en el futuro, y ya podemos identificar la mayoría de las especies de aves
rapaces de esta zona del continente sin mucho temor a equivocarnos, algo que
nos satisface por sí solo.
El futuro contador del VRR |
Con respecto a la gente que integra el equipo de monitoreo de la
migración, solo podemos decir que hemos estado muy a gusto con todo el mundo.
Tenemos que agradecer de forma especial a Eduardo Martínez Leyva y su familia, su
esposa Lety y su hija Selene, por abrirnos las puertas del VRR, ofrecernos la
posibilidad de colaborar y de alojarnos en una de las casas del proyecto.
A nuestros compañeros de casa Irvin, Pilar, Hugo y Alfredo por todos los
ratos compartidos y por la convivencia de mes y medio en la casa verde de Chichicaxtle.
Aguililla de cola corta |
A los trampeadores de la estación de anillado, de la que hablaremos en
la próxima entrada, Dayan y Chumín, con los que pasamos momentos muy emocionantes
capturando gavilanes y otras aves de presa.
A Lucero y Perla, las encargadas de la educación ambiental y de la
recepción e información a los visitantes de los observatorios del VRR.
A la asociación civil Pronatura Veracruz y su directora Elisa Peresbarbosa por permitirnos participar en el proyecto.
A la asociación civil Pronatura Veracruz y su directora Elisa Peresbarbosa por permitirnos participar en el proyecto.
Y una vez más a Hugo Corzo por el préstamo de muchas de las fotos que ilustran
esta entrada, y sin las cuales no sería lo mismo.
¡¡¡¡MUCHAS GRACIAS A TOD@S!!!!
Algunos enlaces a la información sobre la migración en Veracruz:
Datos diarios de conteo de aves migratorias:
Página oficial de Pronatura Veracruz:
Facebook de Pronatura Veracruz:
Sahara a punto de liberar un colibrí |
Aguililla de cola roja |
Anhinga |
Aguililla caminera |
Gavilán de Cooper |
Tyrannus forficatus |
Algunos vídeos sobre migración:
De rapaces:
Mixtas:
Aguilillas cuaresmeñas y zopilotes de cabeza roja:
De zopilotes de cabeza roja:
De Cigüeñas:
De pelícanos:
De anhingas:
De palomas:
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