martes, 26 de noviembre de 2013

ISLA DE FLORES, CUARTEL GENERAL EN EL LAGO PETÉN ITZÁ


Lago Petén Itza, visto desde nuestra terraza. La calle y la orilla del lago son relativamente rectas,
la curva es un efecto de la panorámica


Después de salir de Semuc Champey y de pasar una noche en Cobán, llegamos a la Isla de Flores el domingo 28 de julio por la tarde.

Orgullosos con el mural realizado sobre
nuestro viaje en Guatemala

Nos instalamos en un alojamiento barato y nos damos cuenta de que la mochila de Sahara con todos sus juguetes se ha quedado en la furgoneta en la que hemos venido desde Cobán. No nos extraña demasiado debido a la gran cantidad de cosas que llevamos con nosotros.

Conseguimos recuperarla al día siguiente por la mañana gracias a un trabajador de nuestro alojamiento , no sin antes dar algunas vueltas infructuosas por las terminales de autobuses intentando localizarla por nuestra cuenta antes de acostarnos.




Isla de Flores, vista desde el Mirador del Rey Canek

La Isla de Flores es una pequeña localidad que forma parte de una población más grande, resultado de la unión de tres pequeños pueblos: Flores, San Benito y Santa Elena. 

Situada en una isla en el lago Petén Itzá, es la cabecera departamental del Petén y es un bonito pueblo que sirve de cuartel general al turismo que visita las antiguas ciudades mayas de la selva, sobre todo la de Tikal.



Navegando por el lago
Dudamos bastante antes de volver a la región del Petén, donde estamos muy cerca de nuestra cabaña de Belize de nuevo, pero teníamos que intentar organizar una expedición a El Mirador, una gran ciudad maya (de hecho la más grande) situada en lo más profundo de la selva, ya muy cerca de la frontera con la Península de Yucatán en México. 
Ir a esta ciudad conlleva una caminata de cinco días de duración por una región bastante bien conservada, pero comprobamos que es imposible organizarla por nuestra cuenta y que todas las agencias con las que se puede visitar cobran unos precios que no estamos dispuestos a pagar y manejan grupos de varias personas, en los que no nos gustaría participar. 
Después de varios días explorando opciones, decidimos que debemos cambiar nuestros planes y encontrar una alternativa que se adapte mejor a lo que nosotros deseamos.


Embarcadero, frente a nuestro alojamiento



Mientras; conocemos un poco los alrededores de la ciudad, el sitio arqueológico de Tayazal y el Mirador del Rey Canek; nos bañamos casi todos los días en el lago desde el pequeño embarcadero que está delante de nuestro hotel; y llevamos a Sahara a jugar con Fredy, el amigo que hizo en el lugar que frecuentamos para comer y con el que juega a diario durante varias horas. Y volvemos a encontrarnos con Bariño, nuestro amigo músico que conocimos en Caye Caulker. 







Terraza de nuestro hotel, el "Mirador del Lago"
Al mismo tiempo vistamos un par de organizaciones conservacionistas con sede en la ciudad, para presentarnos e intentar encontrar algún proyecto en el que participar. 
En la Wildlife Conservation Society (WCS) nos reciben muy amistosamente, y después de tres visitas a sus oficinas, nos ofrecen la oportunidad de acompañarles durante un par de semanas a un campamento en medio de la selva para colaborar en la liberación y seguimiento de unos cuantos jóvenes guacamayos escarlata (Ara macao) que han sido salvados de los furtivos y criados en cautividad. 
Nos remitirán más información acerca de la salida a nuestro correo electrónico a medida que concreten la fecha y hora de encuentro o cualquier otra cosa que necesitemos saber.


Sahara empujando una de las barcas que cruzan a San Miguel
Por nuestra parte, hemos decidido visitar las antiguas ciudades mayas de Yaxha y Nakum, a las que tendremos que llegar por nuestros propios medios, podremos tener buenas oportunidades de avistar fauna y son poco visitadas por el turismo de masas (relataremos esta excursión en detalle en la próxima entrada del blog). 

Salimos hacia allí el jueves 1 de agosto, y regresaremos a Flores un par de días antes de la salida con el WCS, para tener tiempo de organizarnos y descansar un poco.


Cuando regresamos a la Isla de Flores el día 5, no tenemos ninguna noticia del WCS, así que el día siguiente volvemos a la oficina para confirmar la salida al campo. 
Desgraciadamente, nos sorprenden poniendo excusas y diciendo que no podemos acompañarles por distintos problemas con los transportes. Intentamos arreglarlos ofreciéndonos a llegar por nuestra cuenta hasta las proximidades del campamento, y uno de los responsables en la oficina se comunica con el coordinador de campo para intentar comprender el problema. 
Es entonces cuando nos informan de que los biólogos del proyecto creen que no sería positivo para las aves el que hubiera tanta gente en el entorno durante el proceso de liberación.


Isla de Flores bajo la lluvia
Aunque no estamos de acuerdo y estamos más familiarizados que ellos con las técnicas de hacking y radioseguimiento que serán utilizadas (ya que es la primera vez que realizan este tipo de actuación y nos expresan sus dudas acerca de cómo llevarla a cabo con éxito, mientras que nosotros hemos trabajado con ambas técnicas en múltiples ocasiones), aceptamos su decisión y no insistimos, aunque nos sentimos desilusionados con este repentino cambio de planes. 
Tal vez, si no nos hubiésemos comprometido para esta entrada en la selva, alargaríamos la estancia en Nakum, un lugar con mucho potencial para la observación de mamíferos.

El cartel que hicimos Sahara y yo sobre el viaje en Guatemala


Nos vamos, como siempre cargados hasta los topes
Permanecemos en Flores hasta el día 8, retomando las actividades a las que nos acostumbramos antes de la excursión a Yaxha y Nakum, o sea, pasear por el pueblo, bañarnos y llevar a Sahara a jugar con su amigo, bastante decepcionados por las últimas noticias mientras decidimos si esperar a la próxima entrada o no (porque nos ofrecen la posibilidad de esperar un par de semanas hasta la siguiente entrada, y entonces participar en el radioseguimiento), aunque decidimos que no merece la pena confiar en estas promesas y seguimos nuestro camino hasta Río Dulce. 


Vista desde el Mirador del Rey Canek, en la zona arqueológica de Tayazal, San Miguel



Con el material de trabajo

Una de las barcas que trasladan a los viajeros entre las poblaciones del lago

Saltando a tierra para amarrar la embarcación

Algún día se dedicó a atar, desatar y empujar las embarcaciones que llegaban y partían de Flores

Con Fredy

En la terraza

Tuctuc hacia la terminal de autobuses

Vídeos:
Panorámica del lago Petén Itzá:

Sahara practicando los saltos de cabeza:

La familia al completo tirándonos juntos:

domingo, 24 de noviembre de 2013

GRUTAS DE LANQUÍN Y SEMUC CHAMPEY. MUNDOS DE PIEDRA CALIZA


Vista de las piscinas de Semuc Champey desde el mirador


Mucha gente nos habló bien de Semuc Champey. Todos dijeron que era un sitio de naturaleza increíble y que teníamos que conocerlo. El lugar está más o menos en nuestro camino hacia la región del Petén, así que decidimos ir aunque haya que desviarse un poco de la ruta.

Gruta de Lanquín

Llegamos a Lanquín a media tarde, después de unas cinco horas de viaje en autobús repartidas en dos etapas, ya que en Cobán tuvimos que cambiar de vehículo y, de paso, aprovechamos para comer.

La cabaña en la que dormíamos en Semuc, en el piso de arriba
En Lanquín nos recibieron varios trabajadores de los distintos alojamientos de Semuc, ofreciendo sus servicios, pues al hospedarse cerca del Monumento Natural se incluye el transporte hasta el lugar.
Diez kilómetros de pista de tierra llena de grandes baches que tardamos una hora en recorrer de forma bastante incómoda en la parte trasera de una camioneta tipo pick up, casi haciendo equilibrio para aguantar sentados en la tabla que hacía las veces de asiento, con Sahara dormido en los brazos de Carmen y aguantando los efluvios olorosos de un bidón de gasolina mal cerrado.



Escogemos nuestro alojamiento y, como no saldremos hacia allí hasta dentro de unas tres horas, aprovechamos para visitar las Grutas de Lanquín, un lugar sobre el que nadie nos dio ninguna referencia pero que parece que tiene buena pinta.

Y vaya si la tiene.
La gruta es impresionante, y cuenta con kilómetros de galerías, aunque solamente la parte visitable ya nos deja boquiabiertos.
El tamaño de las distintas salas y cúpulas es abrumador, y en algunas de ellas podría caber un barco pesquero de mediano tamaño o un edificio de hasta tres plantas o más.



El tamaño de la gruta es impresionante. En el centro de la foto, Carmen se ve insignificante

Las diferentes salas están unidas por pasillos y pasadizos

Para abrazar estas columnas de unos cuatro metros de alto se necesitarían varias personas 




Las columnas y las distintas formaciones calcáreas crean caprichosas esculturas naturales, que han sido nombradas de modo igualmente caprichoso, como la virgen, el león, la torre y muchas otras.

Columnas, estalactitas y estalagmitas de gran tamaño son abundantes en la gruta

Formas caprichosas










Para terminar la visita, en esta gruta habitan miles de murciélagos de distintas especies, que la abandonan cada noche por la misma entrada que nosotros, formando un flujo de quirópteros que en la aproximadamente media hora que pasamos observándolos no disminuyó su intensidad de salida.

A pesar de preguntar a los cuidadores de la gruta y de buscar en internet, no conseguimos conocer las especies que habitan aquí y, por lo que nos han contado, es probable que nadie lo haya investigado hasta la fecha.
Solo podemos decir que algunos de los que salían pertenecían al género Pteronotus, pero nada más.

Salida de la gruta










El principal atractivo del Monumento Natural de Semuc Champey son las piscinas naturales que se forman sobre el río Cahabon cuando este desaparece violentamente bajo tierra por un sumidero formado por cuevas subterráneas bajo la piedra caliza, para volver a resurgir de nuevo unos 350 metros más abajo.

El puente natural resultante de este fenómeno, se llena de agua gracias a la afluencia de varios pequeños arroyos que bajan de las laderas circundantes, generando una serie de increíbles piscinas de aguas transparentes que descienden de forma escalonada por las distintas pozas, formando pequeñas cascadas y creando un escenario de gran belleza.

En este punto, el río Cahabon desaparece bajo tierra



La hermosura del lugar es innegable, pero a nosotros nos pareció un poco masificado, a pesar de que en el momento que escogimos para darnos un chapuzón (de varias horas) no había casi nadie en el agua. 

Pero son varios los alojamientos que funcionan en la zona alquilando cabañas, y se nota que en algunas épocas del año la afluencia debe de ser exagerada para la capacidad de carga del lugar.










A pesar de todo, nosotros estuvimos a gusto durante nuestra estancia en Semuc Champey, tanto dentro del área protegida, donde también realizamos alguna caminata hasta los miradores, como en nuestra cabaña cerca del río, en la que pernoctamos un par de noches antes de seguir camino.












La mala suerte quiso que Carmen se torciera un pie en una de las piscinas, al meterlo en un agujero de la piedra, y durante unas horas nos preocupa el asunto, ya que le duele mucho, se hincha bastante y no lo puede mover.

Afortunadamente, al día siguiente, y gracias al masajeo continuo durante toda la noche con una pomada de hierbas, ya tiene mejor aspecto y en un par de días volverá a caminar normalmente y será tan solo un mal recuerdo.


Con Ana Carmen y Wilma, un par de amigas con las que compartimos una cena

Abandonamos la zona el sábado 27 de julio en el transporte de nuestro alojamiento y nos dirigimos en autobús a Cobán, donde pasaremos la noche.



















Una muestra del flujo de murciélagos que sale de la gruta durante un par de horas cada noche:






















Nuestro alojamiento en Semuc Champey, a orillas del río Cahabon:






En las piscinas:

Con uns lagartija Norops sp.

Norops sp.






Sumidero del Cahabon

Aquí desaparece el río


En el mirador


Lluvia

Preparando fuego para cocinar

Cocinando

Con Ana Carmen y Wilma, nuestras amiguitas K´ekchi´, que aparecieron mientras cocinaba:







Un par de bonitas mariposas nocturnas

Vídeos:
Bañándonos en las piscinas:


Vista panorámica desde el mirador:



Cocinando con mis amigas:



Nos vamos en la caja de la ranchera: