Lago Petén Itza, visto desde nuestra terraza. La calle y la orilla del lago son relativamente rectas, la curva es un efecto de la panorámica |
Después de salir de Semuc Champey y
de pasar una noche en Cobán, llegamos a la Isla de Flores el domingo 28 de
julio por la tarde.
Orgullosos con el mural realizado sobre nuestro viaje en Guatemala |
Nos instalamos en un alojamiento barato y nos damos cuenta
de que la mochila de Sahara con todos sus juguetes se ha quedado en la furgoneta
en la que hemos venido desde Cobán. No nos extraña demasiado debido a la gran cantidad de cosas que llevamos con nosotros.
Conseguimos recuperarla al día siguiente por la mañana gracias a un
trabajador de nuestro alojamiento , no sin antes dar algunas vueltas infructuosas
por las terminales de autobuses intentando localizarla por nuestra cuenta antes de acostarnos.
Isla de Flores, vista desde el Mirador del Rey Canek |
La Isla de Flores es una pequeña
localidad que forma parte de una población más grande, resultado de la unión de
tres pequeños pueblos: Flores, San Benito y Santa Elena.
Situada en una isla en
el lago Petén Itzá, es la cabecera departamental del Petén y es un bonito pueblo que sirve de cuartel general al turismo que visita las antiguas ciudades mayas de la selva, sobre todo la de Tikal.
Navegando por el lago |
Dudamos bastante antes de volver a
la región del Petén, donde estamos muy cerca de nuestra cabaña de Belize de
nuevo, pero teníamos que intentar organizar una expedición a El Mirador, una
gran ciudad maya (de hecho la más grande) situada en lo más profundo de la selva,
ya muy cerca de la frontera con la Península de Yucatán en México.
Ir a esta
ciudad conlleva una caminata de cinco días de duración por una región bastante
bien conservada, pero comprobamos que es imposible organizarla por nuestra
cuenta y que todas las agencias con las que se puede visitar cobran unos
precios que no estamos dispuestos a pagar y manejan grupos de varias personas,
en los que no nos gustaría participar.
Después de varios días explorando
opciones, decidimos que debemos cambiar nuestros planes y encontrar una
alternativa que se adapte mejor a lo que nosotros deseamos.
Embarcadero, frente a nuestro alojamiento |
Mientras; conocemos un poco los alrededores de la ciudad, el sitio arqueológico de Tayazal y el Mirador del Rey Canek; nos bañamos casi todos los días en el lago desde el pequeño embarcadero que está delante de nuestro hotel; y llevamos a Sahara a jugar con Fredy, el amigo que hizo en el lugar que frecuentamos para comer y con el que juega a diario durante varias horas. Y volvemos a encontrarnos con Bariño, nuestro amigo músico que conocimos en Caye Caulker.
Terraza de nuestro hotel, el "Mirador del Lago" |
Al mismo tiempo vistamos un par de
organizaciones conservacionistas con sede en la ciudad, para presentarnos e
intentar encontrar algún proyecto en el que participar.
En la Wildlife
Conservation Society (WCS) nos reciben muy amistosamente, y después de tres
visitas a sus oficinas, nos ofrecen la oportunidad de acompañarles durante un
par de semanas a un campamento en medio de la selva para colaborar en la
liberación y seguimiento de unos cuantos jóvenes guacamayos escarlata (Ara macao) que han sido salvados de los
furtivos y criados en cautividad.
Nos remitirán más información acerca de la salida
a nuestro correo electrónico a medida que concreten la fecha y hora de
encuentro o cualquier otra cosa que necesitemos saber.
Sahara empujando una de las barcas que cruzan a San Miguel |
Por nuestra parte, hemos decidido
visitar las antiguas ciudades mayas de Yaxha y Nakum, a las que tendremos que
llegar por nuestros propios medios, podremos tener buenas oportunidades de avistar
fauna y son poco visitadas por el turismo de masas (relataremos esta excursión
en detalle en la próxima entrada del blog).
Salimos hacia allí el jueves 1 de
agosto, y regresaremos a Flores un par de días antes de la salida con el WCS,
para tener tiempo de organizarnos y descansar un poco.
Cuando regresamos a la Isla de
Flores el día 5, no tenemos ninguna noticia del WCS, así que el día siguiente
volvemos a la oficina para confirmar la salida al campo.
Desgraciadamente, nos
sorprenden poniendo excusas y diciendo que no podemos acompañarles por
distintos problemas con los transportes. Intentamos arreglarlos ofreciéndonos a
llegar por nuestra cuenta hasta las proximidades del campamento, y uno de los
responsables en la oficina se comunica con el coordinador de campo para
intentar comprender el problema.
Es entonces cuando nos informan de que los biólogos
del proyecto creen que no sería positivo para las aves el que hubiera tanta gente
en el entorno durante el proceso de liberación.
Isla de Flores bajo la lluvia |
Aunque no estamos de acuerdo y
estamos más familiarizados que ellos con las técnicas de hacking y
radioseguimiento que serán utilizadas (ya que es la primera vez que realizan
este tipo de actuación y nos expresan sus dudas acerca de cómo llevarla a cabo
con éxito, mientras que nosotros hemos trabajado con ambas técnicas en múltiples ocasiones),
aceptamos su decisión y no insistimos, aunque nos sentimos desilusionados con este
repentino cambio de planes.
Tal vez, si no nos hubiésemos comprometido para esta
entrada en la selva, alargaríamos la estancia en Nakum, un lugar con mucho
potencial para la observación de mamíferos.
El cartel que hicimos Sahara y yo sobre el viaje en Guatemala |
Nos vamos, como siempre cargados hasta los topes |
Permanecemos en Flores hasta el día
8, retomando las actividades a las que nos acostumbramos antes de la excursión
a Yaxha y Nakum, o sea, pasear por el pueblo, bañarnos y llevar a Sahara a
jugar con su amigo, bastante decepcionados por las últimas noticias mientras
decidimos si esperar a la próxima entrada o no (porque nos ofrecen la
posibilidad de esperar un par de semanas hasta la siguiente entrada, y entonces
participar en el radioseguimiento), aunque decidimos que no merece la pena
confiar en estas promesas y seguimos nuestro camino hasta Río Dulce.
Vista desde el Mirador del Rey Canek, en la zona arqueológica de Tayazal, San Miguel |
Con el material de trabajo |
Una de las barcas que trasladan a los viajeros entre las poblaciones del lago |
Saltando a tierra para amarrar la embarcación |
Algún día se dedicó a atar, desatar y empujar las embarcaciones que llegaban y partían de Flores |
Con Fredy |
En la terraza |
Tuctuc hacia la terminal de autobuses |
Vídeos:
Panorámica del lago Petén Itzá:
Sahara practicando los saltos de cabeza:
La familia al completo tirándonos juntos:
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