OAXACA. LA CIUDAD, MONTE ALBÁN, EL
TULE Y YAGUL
|
Carmen y Sahara (a la derecha) observando una vista panorámica de Monte Albán |
Llegamos a la ciudad de Oaxaca por
la tarde, después de dejar Cuicatlán y nuestro campamento en el cañón
del Sabino el 7 de diciembre. Nos instalamos en una habitación bastante
confortable y salimos a explorar un poco la ciudad.
Al día siguiente nos cambiamos a
otro alojamiento un poquitín más barato en el que hay un par de niños con los
que Sahara puede jugar y en el que nos quedaremos durante una semana.
|
Catedral iluminada por la noche, vista desde la alameda de
León. Delante, los puestos de elotes, que tanto gustan al enano |
La ciudad no nos parece
especialmente bonita aunque las guías y folletos turísticos dicen que su centro
histórico es de los más hermosos y mejor conservados de México y está
considerada patrimonio cultural de la humanidad, con sus más de 1.200
monumentos. También puede ser que a nosotros no nos llama tanto la atención la
visita de los antiguos templos de la represión político-religiosa, permanentes
espejos de la opulencia de la nobleza y el clero y símbolo de la enorme brecha
creada entre las diferentes clases sociales.
|
Sahara y algunos colegas aprovisionándose de petardos |
Pero tampoco es fea, y disfrutamos
bastante de la tranquilidad que se respira en sus calles, plazas y mercados.
Al anochecer, acostumbramos a ir con Sahara al zócalo, donde se encuentra la catedral, y donde normalmente hay
un montón de niños con los que jugar. Allí se aficionó a comer elotes todas
las noches y a tirar voladores, como llaman aquí a cierto tipo de petardos.
|
Algunas imágenes en la plaza de la catedral. A la izquierda, tarde de baile al aire libre, que se viene realizando desde hace unos 13 años. Las otras fotos son de una fiesta que nos tocó ver allí, con instrumentos de viento, zancudos, bailes tradicionales y fuegos de artificio |
La estancia en Oaxaca también ha
tenido una cara oscura, esta vez representada por un problema con un cajero
automático del banco HSBC.
|
Carrito de elotes y esquites, maiz hervido en mazorca o en grano,
muy popular por estos lares |
Resulta que intento sacar dinero en un cajero de
esta entidad situado en un centro comercial. No lo consigo y al final saco en
otro cajero con la otra tarjeta. Pero al llegar a nuestra habitación, hecho un
ojo a los movimientos de la cuenta en internet, a ver si el problema es que no
queda pasta, y descubro que aunque el cajero no me ha dado nada, el movimiento
si se ha cobrado en nuestra cuenta. Una coña de casi 400 euros.
Además, mañana es festivo nacional y los bancos están cerrados, así que abandonamos
nuestros planes de salir hoy de la ciudad y nos quedamos para intentar arreglar
el asunto.
|
Puesto callejero de verduras |
A la mañana siguiente, nos presentamos en una sucursal para que comprueben los movimientos del cajero y nos devuelvan nuestra pasta, pero no es tan fácil. Dicen que no pueden hacer nada porque no somos clientes del banco y que es nuestra entidad desde España la que tiene que solicitar
la devolución y bla, bla, bla. Llamamos a triodos bank, tanto desde aquí como
desde España, que es donde tenemos el dinero y nos envían una solicitud para que
la mande firmada por correo ordinario y bla, bla. No nos lo podemos creer. Tenemos la sensación de que me están robando con una sonrisa en la cara, cuando para nosotros lo normal sería que nos pidiesen disculpas y nos entregaran el dinero sin rechistar.
|
Puesto de aperitivos en el mercado |
Acudimos a la empresa que repone la
pasta de los cajeros, donde nos dicen que no pueden hacer nada, que es la
propia HSBC la que lo debe solucionar; llamamos a un teléfono de atención al
cliente de esa entidad, donde nos repiten lo de nuestro banco desde España; a
la oficina de protección al turista, que nos remite a un abogado de la Agencia
del Ministerio Público, donde me dicen que solo se ocupan de casos penales y
este es administrativo, que vaya a la policía….
|
Mercado de carne, donde te la preparan a la brasa in situ |
Llamo al cónsul por teléfono, y me recibe al día siguiente en su empresa de veladores, a varios kilómetros de la ciudad, y me dice que
podemos solucionar el asunto, pero después de varias llamadas al banco, de
insultarlos y amenazarlos con ir a la prensa, me despide con un apretón de
manos y el consejo de que no nos fiemos de las tarjetas y usemos cheques de viaje…En
fin, tampoco esperaba mucho…
|
Puesto de carnes |
Finalmente es otra llamada a
triodos en Sevilla la que hace que se agilice el proceso y nos informan de que
efectivamente se detectó un problema en el cajero y que en unos días se nos
reingresará el importe total de la transacción en nuestra cuenta.
Efectivamente, en unos días nos abonan el dinero y todos tan contentos (o casi,
faltaron las disculpas y la compensación por las molestias, pero que se les
puede pedir, gracias a que no nos robaron en la jeta…).
Pasamos el resto del tiempo en la ciudad paseando por sus calles y sus mercados, observando a las gentes que la habitan y descansando en nuestra habitación.
|
Vista del conjunto arqueológico de Monte Albán desde la Plataforma Sur |
Durante los días que estuvimos en
Oaxaca también aprovechamos para hacernos alguna excursión por los alrededores,
así que el día 9 nos vamos a visitar las ruinas de la antigua población
Zapoteca de Monte Albán, a pocos kilómetros del centro de la ciudad.
|
Otra vista general de Monte Albán, justo desde enfrente que la anterior panorámica |
Pasamos unas tres o cuatro horas
caminando entre antiguos templos y tumbas de esta ciudad considerada Patrimonio
Cultural de la Humanidad que llegó a albergar a más de 35.000 personas durante
su momento de mayor esplendor. Una vez más, los edificios que podemos admirar
hoy en día pertenecían a la élite político-religiosa de la época (qué poco
cambian las cosas), ya que las clases populares vivían en las laderas del
monte, seguramente en casas de madera que no resistieron tan bien el paso de los
años, y tenían prohibido el acceso a la parte alta de la ciudad (a no ser que
fuesen a participar en un sacrificio, en ese caso actuando como ofrenda para
los dioses, claro).
|
Juego de pelota, omnipresente en las antiguas ciudades prehispánicas de México y mesoamérica. En Monte Albán se construyeron cinco canchas, en las que se resolvían conflictos de distinta naturaleza. La que se observa en la foto es del año 100 A.C. aproximadamente. Se jugaba con una pequeña pelota de caucho a la que se podía golpear con la cadera, los codos y las rodillas. Hay evidencias de que posiblemente este juego estaba relacionado con sacrificios humanos rituales, se supone que de los perdedores aunque esto no está muy claro, al igual que otros muchos aspectos de este popular juego precolombino. |
Este conjunto arqueológico nos
gustó mucho y el rato que pasamos paseándonos por él resultó muy agradable y
hasta dio sus frutos desde el punto de vista ornitológico, ya que tuvimos una
muy buena observación de un gavilán pico gancho (
Chondohierax uncinatus) juvenil volando a muy poca altura sobre
nuestras cabezas.
|
Algunas de las reliquias encontradas en Monte Albán y expuestas en el museo del monumento arqueológico |
Después de una fugaz visita al
museo de la zona arqueológica, que complementa perfectamente la visita, regresamos
a la ciudad, comemos y salimos hacia el cercano pueblo de Santa María del Tule,
donde se encuentra el conocido como
“árbol del Tule”.
|
Árbol e iglesia de Santa María del Tule |
Este árbol es un ahuehuete (
Taxodium mucronatum) que, con sus más de 2.000 años, sus
58 metros de grosor, 14
de diámetro, 42 de altura,
816.829
m3 de volumen y 636,107 toneladas de peso, se considera
el organismo vivo de mayor biomasa del planeta.
Este gigante vegetal se encuentra en el
patio de la iglesia y está protegido por una valla que no se puede traspasar
bajo pena de multa. A pesar de esto, es interesante acercarse a verlo y
disfrutar un rato de las formas caprichosas y retorcidas del tronco características
de los ejemplares viejos de esta especie.
|
El árbol del Tule, un gigante de madera |
El día 11 hacemos otra pequeña
excursión a la zona arqueológica de Yagul, en la que nunca llegamos a entrar,
ya que nos quedamos recorriendo los senderos de los alrededores en busca de
fauna. Una decisión muy acertada, pues Yagul tenía preparadas varias sorpresas
para nosotros. Para empezar, vemos varios ejemplares de un pequeño paseriforme,
el rascador oaxaqueño (
Pipilo albicolis),
endémico de una pequeñísima porción del estado de Oaxaca, seguido de un par de
observaciones de tuza, taltuza o rata de abazones, probablemente la gigante (
Orthogeomys grandis),
un roedor bastante raro de ver.
|
Comiendo chapulines, típicos de Oaxaca |
Más tarde, localizamos bastantes
excrementos y huellas de lince rojo (
Lynx
rufus) y coyote (
Canis latrans) y
nos planteamos una segunda visita a la zona próximamente, pues las sierras
bajas que circundan las ruinas se prestan para la realización de esperas
gracias a su cobertura vegetal con predominancia de matorrales poco espesos, lo
que nos hace creer que podemos tener oportunidades de ver alguna de estas
especies tan interesantes.
|
Sahara con una ranita |
Para terminar la visita, cuando ya
estamos de vuelta, Carmen se adelanta un poco por un camino transversal en el
que se queda inmóvil a los pocos metros. Sahara me espera en el cruce y me
indica por donde se fue su madre, a la que me encuentro mirando de frente a un
jaguarundi (
Puma jaguaroundi) que
también está inmóvil a una decena de metros de ella. Yo también me quedó
clavado y el tiempo se detiene por unos instantes, mientras los tres nos
miramos sin que ninguno quiera ser el primero en hacer un movimiento. La
tensión se rompe cuando aparece Sahara corriendo, cabalgando sobre su caballo
imaginario inconsciente de que estábamos viendo el primer felino del viaje.
El gato se va, claro, aunque
todavía podemos seguir sus movimientos durante una decena de metros antes de
que se meta entre una vegetación espesa a orillas del camino.
|
Rana no identificada |
Estamos pletóricos, aunque tenemos
que explicar a nuestro hijo que no debe hacer esas entradas tan escandalosas,
sobre todo cuando nos ve inmóviles con los prismáticos en la cara, pues no es
el primer (ni el último) animal que nos espanta haciendo jaleo o adelantándose
en el peor momento. De todas formas, hay que celebrar nuestro primer gato, que
ya estaba tardando, y volvemos a la ciudad muy contentos y con la determinación
de volver a esta zona a quemar algunos cartuchos más.
|
Algunas imágenes tomadas en las calles de Oaxaca. Puestos callejeros de frutas, verduras y zumos; y tienda de mezcal, bebida típica de la zona elaborada a partir de distintas especies de maguey (Agave sp.) |
El día 14, todavía esperando que
nos devuelvan nuestro dinero, salimos hacia Ixtlán de Juárez, a pasar unos días
entre pinares, donde pensamos que puede haber alguna posibilidad de tener algún avistamiento de otros felinos.
|
Catedral y artistas callejeros |
|
Fachada de la catedral |
|
Mujeres indígenas vendiendo tejidos en la puerta |
|
Músicos tocando para la fiesta |
|
Jugando con globos en el zócalo |
|
Con uno de sus amigos |
|
Comiendo elotes frente al templo de la Compañía de Jesús |
|
Vendedora de chapulines y detalle del producto. Son un tipo de saltamontes que se comen desecados,
con limón y, a veces, chile picante. Muy ricos, a pesar de lo que pueda pensarse |
|
Comiendo chapulines y gusanos de maguey (a la derecha) |
Imágenes del mercado:
Algunas vistas panorámicas más del conjunto arqueológico de Monte Albán:
En el museo:
|
Sahara viendo unas estelas |
|
Estelas con grabados de los danzantes de Monte Albán |
|
Busto con máscara de jaguar |
|
Representación de una tumba funeraria |
|
El árbol del Tule |
|
Rana aún no identificada |
|
Insecto muy curioso |
|
Polilla de ciudad |
Vídeo de Sahara conduciendo el coche de un niño al que se acopló en El Tule en cuanto vio la oportunidad de manejar:
Noches de baile en la plaza de la catedral de Oaxaca:
Gavilán pico gancho sobrevolando Monte Albán:
Jaguarundi parado mirándonos en el camino (sin zoom, debido a lo inesperado de la observación):
Enhorabuena por la observación!!
ResponderEliminarEs más pequeño de lo que me esperaba..
Más caerán!