Tres momentos del trampeo, con tres individuos distintos |
La lancha avanza sobre las aguas salobres de la Reserva de la Biosfera de La Encrucijada (REBIEN).
Lo único que podemos ver a los lados del canal es la larga muralla
verde formada por los grandes árboles de mangle rojo (Rizophora mangle) que dominan el paisaje en este espacio protegido.
Unos veinte minutos
después de salir del embarcadero, abandonamos el canal principal y nos
adentramos por una de las muchas pequeñas vías de agua que salen de este, y que
junto con el gran número de islas existentes forman el laberinto que da nombre
a la reserva.
Decidiendo la ruta a seguir |
Desembarcamos, y tras una breve caminata llegamos a la zona encharcada que debemos cruzar para colocar las siete cámaras-trampa que recogeremos dentro de un par de días, cuya función es la de monitorear las potenciales especies presa del jaguar (Panthera onca) en esta área protegida.
No
queremos mojarnos, sobre todo porque algunos no tenemos calzado de repuesto, así
que nos subimos a los mangles y atravesamos la zona húmeda cual tropa de monos,
trepando y saltando entre la maraña de raíces aéreas hasta llegar a la zona
seca del otro lado.
No resulta tan fácil como parece, pero es bastante
divertido, tanto para los grandes como para el pequeño, que en alguna ocasión
tiene que subirse encima de algún adulto para cruzar.
A la dificultad natural
de caminar entre raíces resbaladizas, se sumó la de tener que espantar las
espesas nubes de mosquitos que nos acosaron durante todo el camino, y que
dejaron nuestra piel totalmente cubierta de molestas picaduras.
Colocando cámaras |
Sahara colocando pilas y tarjetas |
Sahara conduce la lancha hasta nuestro destino con la ayuda
de Cande, el motorista de estos días de monitoreo, disfrutando de lo lindo como
siempre que se le dejan hacer estas cosas.
Ya es de noche, y navegamos una vez más por el canal principal de la reserva, esta vez con el objetivo de censar todos los caimanes (Caiman crocodilus) y cocodrilos (Crocodylus acutus) que veamos con la ayuda de nuestro foco, capturando todos los que nos sea posible.
El caimán más grande que capturamos estos días |
La jornada se termina unas cuatro horas más tarde con un resultado de seis capturas, un caimán de buen tamaño, otro algo más pequeño y varios neonatos de las dos especies, a los que procesamos de la misma forma que en nuestra anterior visita en enero: marcaje con chapa metálica en la pata trasera a los individuos más grandes y corte de escamas a todos los ejemplares; toma de medidas morfométricas; sexado; y conteo de las placas óseas, además de la sesión fotográfica de rigor.
Con un cocodrilo pequeño |
El caimán que atrapé con el lazo |
Caimán neonato |
Hoy realicé mis
primeras capturas, dos neonatos de cocodrilo con la mano desnuda y un caimán de
unos 80 centímetros de longitud con el lazo corredizo, además de colocar la
chapa metálica a la captura más grande del día.
También participamos todos los miembros de la familia en la búsqueda con el foco, en el manejo de los especímenes, en la toma de medidas, y en la liberación de los ejemplares. Así que, qué podemos decir, quedamos muy satisfechos con todo lo aprendido en esta magnífica experiencia.
También participamos todos los miembros de la familia en la búsqueda con el foco, en el manejo de los especímenes, en la toma de medidas, y en la liberación de los ejemplares. Así que, qué podemos decir, quedamos muy satisfechos con todo lo aprendido en esta magnífica experiencia.
Aparicio o "Licho", nuevo miembro del equipo, pesando un caimán |
Regresamos al
campamento bastante cansados y muy tarde, así que todos nos acostamos
directamente, sin comer nada más, solamente con ganas de recuperarnos un poco del largo día (miércoles 10 de julio de 2013).
Después de cruzar la
frontera mexicana desde Guatemala el lunes, llegamos a Escuintla, donde nos
recogen nuestros amigos Rafa y Edgar, con los que vamos a la oficina de la
reserva, dejamos nuestras cosas en casa de Cris y salimos para el primer día de
monitoreo.
Al poco de subirnos a
la lancha y abandonar el embarcadero de Las Garzas, el cielo se abre y cae una
buena tromba de agua que nos deja a todos empapados y casi hace que se suspenda
nuestra actividad.
Además, Sahara llevaba en la mano una tortuga de casco (Kinosternon scorpioides) que debíamos liberar, y al intentar cubrirla con su chubasquero para que la lluvia no la mojara, recibió un buen bocado en el labio superior, algo que el pobre no se esperaba.
Además, Sahara llevaba en la mano una tortuga de casco (Kinosternon scorpioides) que debíamos liberar, y al intentar cubrirla con su chubasquero para que la lluvia no la mojara, recibió un buen bocado en el labio superior, algo que el pobre no se esperaba.
Feliz con su amiga tortuga, antes del mordisco |
Asentamiento en La Encrucijada |
Nos refugiamos en La
Lupe, una de las comunidades que existen en la reserva, donde nos invitan a un
cafecito y Sahara juega con los niños que viven allí y se olvida un poco de su nueva
herida.
Afortunadamente, la
tempestad pasa y podemos comenzar el recorrido con tan solo un poco de retraso.
Contamos 28 cocodrilos,
aunque sólo capturamos alguna cría pequeña, antes de que Rafa comience a
sentirse cada vez peor y tengamos que dar vuelta una vez que ya no soporta más
el malestar. Al día siguiente decide marcharse a su casa, donde le diagnostican
dengue y le recetan reposo, así que ya no le volvemos a ver.
Dedicamos el martes a realizar compra de víveres y al resto de preparativos para pasar los próximos tres días en el campamento de La Concepción.
Pero cuando llega la hora de irnos, Cande, el motorista, no está.
Resulta que fue a una celebración de una comunidad de la reserva y no se sabe nada de él. Esperamos hasta que llega la noche y se suspende el monitoreo, ya que seguimos sin tener noticias.
Nosotros no nos lo
podemos creer. Sobre todo después de nuestro periplo para llegar hasta aquí. Nos
parece una grave falta de respeto para con sus compañeros y para con los visitantes
extranjeros que hemos hecho un gran esfuerzo para llegar a tiempo al monitoreo.
En fin, esto es lo que hay y tenemos que aguantarnos, mañana será otro día.
El jueves, tras la jornada del miércoles descrita en el comienzo, y después de
hacer una caminata infructuosa en busca de serpientes en una de las islas,
realizamos nuestro último recorrido, que comenzó con la captura y rescate de
una iguana (Ctenosaura similis) en
una antigua piscina para cocodrilianos que hay en el campamento.
Cría de caimán |
Hoy tan solo pudimos atrapar un neonato, más que nada para no quedarnos a cero.
Cocodrilito |
Pesaje de un caimán |
Única captura. Al menos ya los pillo con la mano |
Cría de cocodrilo sobre la vegetación acuática |
Viernes, último día
en La Encrucijada. Recogemos todas nuestras cosas y dejamos el campamento de La
Concepción. Paramos a recoger las cámaras, para lo cual repetimos toda la
operación de trepar entre las raíces de mangle, sufriendo el constante ataque
de los mosquitos.
Cráneos y otros restos de paca |
Encontramos un montón de cráneos y restos de pacas (Agouti paca = Cuniculus paca) y alguno de coatí (Nassua narica), y tenemos la suerte de ver un gran ejemplar de unos dos metros de la serpiente Clelia clelia; pero cuando revisamos las tarjetas de las cámaras, comprobamos que no han registrado nada. Una pena.
Sahara sigue
ejerciendo de piloto mientras recorremos el canal grande, y al llegar, nos toca
esperar un rato por el camión que debe venir a buscarnos.
Llegamos de vuelta a
Acapetahua, donde nos quedamos una noche más en casa de Cris antes de volver a
cruzar la frontera en dirección a Guatemala el sábado a mediodía.
Dibujo de una familia de leones con mariposa y cóndor que Sahara dibujó para su primo Xosel en casa de Cris |
Además de todo lo
dicho, pudimos observar algunos otros animales interesantes durante nuestra
estancia. Monos araña (Ateles geoffroyii),
armadillos (Dasypus novemcinctus),
autillos (Otus cooperi), mapaches (Procion lotor), murciélagos pescadores (Noctilio leporinus) y tlacuaches de
cuatro ojos (Philander opossum)
fueron nuestros otros acompañantes más destacables.
Muchas gracias a
Rafa, Edgar, Cris y la REBIEN, por invitarnos, enseñarnos, acogernos y
ofrecernos su amistad. ¡No os olvidaremos!
Y, por último, un
enlace a la entrada correspondiente a nuestra primera experiencia trampeando
cocodrilianos en La Encrucijada, con más fotos e información:
Más fotos:
Con la tortuga de casco. Estas tortugas tienen la particularidad de poder cerrar totalmente su caparazón gracias a que es móvil, quedando completamente protegidas dentro de él |
Haciendo amigos:
Trepando por el manglar:
Colocando cámaras-trampa:
Captura de iguana:
Durante los trampeos:
Pequeños Crocodylus acutus:
Otras:
En la proa de la lancha |
Pescadores |
Canal del embarcadero |
Con un Norops sp. |
Detalle de la bolsa gular |
Cormorán tropical (Phalacrocorax brasilianus) pescando |
Esos días, el monte estaba lleno de estos saltamontes, de tamaño mediano-grande |
Algunos vídeos:
Entrando el primer día, con una tortuga de casco que hay que liberar:
Segunda entrada:
Entrando a los canales entre islas, para colocar cámaras-trampa:
Cruzando el manglar sobre las raíces de mangle, para no mojarnos:
Un pequeño ayudante en el muestreo:
Midiendo un caimán:
Sexándolo:
Marcando las escamas:
Contando escamas o placas óseas:
Liberándolo:
Proceso completo de un caimán, desde su captura hasta su liberación:
Un nuevo patrón para la embarcación
Saliendo al canal principal:
Volviendo al campamento después de un día duro entre los mangles, para prepararnos para el trampeo nocturno:
Manejando una cría de cocodrilo:
Armadillo (Dasypus novemcinctus) excavando un agujero:
Vamos a recoger las cámaras trampa, primero por en la lancha por los canales y luego trepando por el manglar:
Adulto de Clelia clelia de gran tamaño (al menos dos metros)escapando entre la vegetación
Llegada al puerto de Las Garzas y fin de la expedición:
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