sábado, 16 de junio de 2012


PARQUE NACIONAL MANUEL ANTONIO, TURISMO Y NATURALEZA



Vista de la playa, ya sin gente

Llegamos a Quepos el sábado ya cerca de la anochecida y nos alojamos en un hostal familiar donde pasaremos las próximas cuatro noches.

Un descanso
Decidimos no entrar al Parque el domingo, pues suponemos que estará lleno, así que madrugamos un poco menos que de costumbre y nos vamos a la playa al pueblo de Manuel Antonio, algo que Sahara ya estaba deseando desde hace unos días. La verdad es que disfrutó de lo lindo bañándose y jugando con el oleaje.
La mala noticia fue que el Parque Nacional cierra los lunes, así que debemos buscar un plan alternativo para ese día y posponer la entrada al Parque para el martes.



Es lunes, llueve un poco y se nos hace algo tarde porque Sahara no se quiere poner en serio con los deberes. Todo parece indicar que el día no será memorable…
Decidimos salir caminando por la carretera vieja que va a Manuel Antonio a pesar de que la mayoría de la gente nos lo desaconseja: “es mucho camino con un niño pequeño”, “a mi no me gusta ese camino”, “por ahí no hay nada que ver”…
Realmente son sólo un par de kilómetros de cuesta arriba que discurren entre bosque, casas y zonas de cultivo, pero que resultan muy productivos, pues vemos multitud de aves nuevas, ardillas y los primeros monos ardilla del viaje, un primate gravemente amenazado y difícil de ver en otras zonas del país.

Hembra de aullador con cría
Luego caminamos otro tramo de carretera que nos lleva a una pequeña playa paradisíaca escondida y casi desierta en la que pasamos a gusto el resto del día. Aquí localizamos dos familias de monos aulladores discutiendo entre ellas sobre nuestras cabezas a pocos metros de la arena. Una observación espectacular que se dilató hasta el momento de irnos, mientras nos turnábamos para bañarnos con Sahara. Casi irreal escuchar a los monos desde el agua templada en este entorno selvático… Además el enano se atrevió a meterse hasta la zona que no hacía pie y asistió a sus primeras clases de natación con sus papás.  


Salvaje

El martes estamos en la entrada del Parque Nacional Manuel Antonio a las 7:00, hora a la que se abren las puertas a los visitantes. En los primeros 15 minutos, uno de los empleados pasa 5 o 6 veces con el coche para arriba y para abajo por el camino, así que preguntamos si lo que vamos a ver es fauna o coches después de pagar 10 dólares de entrada por cabeza, lo cual provoca que se vaya dejando a Carmen con la palabra en la boca, cosa que a ella no le sienta nada bien. Al poco vuelve para disculparse, pero Carmen no le da ni la más mínima oportunidad, por lo que se va con el rabo entre las piernas.




Perezoso de tres dedos
Este parque es famoso por la cantidad de fauna que alberga, por la proximidad de las observaciones que se pueden realizar y por la tolerancia que los animales tienen hacia humanos. Precisamente esa fama es lo que lo vuelve bastante artificial. Hordas de turistas conducidos como manadas de ganado tras su guía recorren los senderos sin ningún tipo de respeto a los que observamos a la fauna en silencio y sin molestar. Por breves momentos invaden el tramo de camino desde el que se observa determinado mono o perezoso (o rana, saltamontes, gusano, termitero, o lo que el guía les diga que tienen que mirar) avisándose unos a otros mediante exclamaciones y aspavientos de todo tipo. Afortunadamente para nosotros, con unos segundos tienen bastante y siguen su camino en busca del próximo encuentro “salvaje” que narrar a amigos, hijos y nietos.


Siempre con amigos nuevos
La verdad es que animales hay, y que se ven a placer. Al final del día, habíamos visto perezosos de dos (Choloepus hoffmanni) y tres dedos (Bradypus variegatus), algo poco común en muchos otros lugares; monos aulladores (Alouatta palliata), carablanca (Cebus capucinus) y ardilla (Saimiri oerstedii); mapaches (Procyon lotor); agutís (Dasyprocta punctata); basiliscos (Basilliscus basilliscus) e iguanas (Ctenosaura similis); y como siempre, pájaros, entre otros aves marinas como pelícanos pardos (Pelecanus occidentalis), alcatraces pardos (Sula leucogaster) o rabihorcados magníficos (Fregata magnificens). Todo ello a corta distancia y casi sin límites de tiempo.

Paradisíaco
Otro de los atractivos de este sitio son los paisajes costeros. La densa selva llega hasta la propia arena de las playas, que forman recogidas bahías donde el agua está algo más tranquila. No en vano, estas playas sirvieron de escenario a varias películas, entre otras a la escena del arribo a tierra de Colón en “1492, La conquista del paraíso”. Esto nos hace pensar en como sería este lugar si no estuviera totalmente atestado de turistas tostándose al sol, y afortunadamente podemos ver una muestra al quedarnos solos al final del día.


Macho de perezoso de tres dedos
El parque cierra a las 16:00 y, como de costumbre, nos liamos hasta el último momento y somos los últimos en salir. El tipo de esta mañana hace la ronda para comprobar que no queda nadie y sacar a los rezagados, y nos encuentra casi a las 16:30 en medio del camino viendo un grupo mixto de monos aulladores y ardilla, sin ninguna prisa por irnos. Pregunta a Carmen si todavía está “brava” y nos dice que si le perdona, no le dirá a nadie que todavía estamos aquí y que salgamos con calma, a nuestra bola. Al final hasta hay algo de buen rollo. De salida vemos otro perezoso de tres dedos a placer y abandonamos el parque ya pasadas las 17:00. 



De aquí nos vamos a San José y allí decidiremos cual es nuestro próximo paso entre las opciones que tenemos, pues ya hemos cambiado de opinión varias veces y hay que ajustar la ruta a las mejores fechas para ver fauna en cada lugar (tortugas marinas, ballenas…) y para un par de voluntariados que nos interesaría hacer y que todavía estamos pendientes de que respondan a nuestras solicitudes.


¿Vamos o qué?

Los juguetes del bosque...


Colegas...

...y compañeros 
                                 
Baño a lo seguro...

Tucancillo (Pteroglossus frantzii)


Basilisco

Mono carablanca basurero y prostituido

                                 
Mapache carterista

Rana sin identificar

Tres buscando

                                           






1 comentario:

  1. Me estoy leyendo el blog del tirón. Joder, estoy por vender todo lo que tengo (que e spracticamente nada..) y unirme a vosotros. Para el invierno 2013-2014 quería echarme 4-5 meses en Sudamérica. Os seguiré de cerca para planearlo bien. Disfrutad del viaje, un abrazo grande (posiblemente vuelva a comentar en un rato en alguna otra entrada..).

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