miércoles, 26 de septiembre de 2012


ISLA DE OMETEPE. NOS ENGANCHAMOS UNOS DÍAS AL RELAX ALTERNATIVO


Isla de Ometepe. En primer plano el volcán Concepción, a la derecha el volcán Madera, ambos coronados de niebla.


Cruzando la frontera
05/09/12.- Esta tarde, después del terremoto, entramos en Nicaragua. Esta vez no tenemos ningún problema en la oficina de migración, pero debemos pagar unos derechos de entrada que nos parecen un poco altos para este país.

Cambiamos de moneda y cogemos un bus en dirección de nuestro próximo destino: la Isla de Ometepe.

En este autobús nos acompaña un escandaloso y particular grupo de personas. Son hombres y mujeres y algunos están bastante colocados. Nos dicen que se dedican a pasar inmigrantes ilegales al lado costarricense. Parecen sinceros, aunque hay que decir que la pinta de macarras de alguno de ellos y el deparpajo y la sinverguenza con la que se manejan, ayuda bastante a creer la historia. Debe de ser verdad.
Se putean entre ellos, no paran de moverse y hacer bulla y el que está visiblemente más puesto se acerca varias veces a llamarme amigo y darme la mano mientras sus colegas lo sujetan y lo mandan para su asiento. Ningún problema, de hecho son amables, pero me alegro un poco de bajarnos en una parada distinta a la suya, la verdad.

Vamos en taxi hasta el puerto de San Jorge y cogemos un ferry a la isla.
De camino a la isla. Al fondo, volcán Concepción.

La isla de Ometepe no está en el mar. Alza sus dos imponentes volcanes (esto es lo que significa, ome=dos, tepe=volcanes en idioma nahuatl) en el interior del Lago Nicaragua o Cocibolca, cerca de la costa del Pacífico.






Nuestra cabaña
En el propio barco, nos ofrecen un lugar para alojarnos al llegar a la isla, en una finca ecológica y de permacultura con cabañas, internet, cocina compartida, yoga gratuito, pizzería tres días a la semana y tienda de productos biológicos, gestionado por unos italianos medio punkis. Todo ello situado en las faldas del volcán Madera. Nos vamos para allí con la idea de que sea nuestro campo base durante los siguientes dos o tres días, pero al final nos quedamos toda una semana, aprovechando para relajarnos un poco y hacer otro tipo de cosas diferentes a nuestra rutina “animalística”, animados por el buen ambiente y el precio económico de nuestra estupenda cabaña rústica.

Aprendiendo a jugar con las telas con Danaé, nuestra maestra
La semana transcurre entre pateos suaves por las laderas del volcán Madera y sus alrededores, baños en el agua del lago Nicaragua, lecturas y trabajos de ordenador en la cabaña. Además, Carmen asiste a alguna clase de yoga y ambos descubrimos y desarrollamos un poco nuestras aptitudes circenses practicando con las telas (por cierto, actividad que me encanta para mantener la forma física de manera artística, es posible que me haga con unas para practicar).


Vistas desde la playa de Santo Domingo, el rincón donde nos bañábamos, con el volcán Concepción de fondo 

De todas formas, observamos algunas especies nuevas de pájaros y monos aulladores (Allouatta palliatta) y carablancas (Cebus capucinus), así como algunos herpetos, aunque descansamos un poco de nuestras actividades naturalísticas y nos lo tomamos con bastante calma. A pesar de esto, hay alguna caminata muy bonita cerca de nuestro alojamiento, que discurre entre un magnífico bosque sobre piedra volcánica, donde vemos varios grupos de murciélagos grandes de línea blanca (Saccopteryx bilineata) enganchados en los troncos de distintos árboles.

Otra vista del Concepción, esta vez desde el mirador que hay tras nuestro alojamiento, de camino a la cima del
volcán Madera y la laguna de su cráter (no subimos, suele estar cubierto de niebla)

Finalmente, creemos que esta semana nos ha sentado bastante bien a todos y, al mismo tiempo, hemos rebajado el presupuesto medio semanal a casi la mitad que en Costa Rica y Panamá.
Ahora seguimos nuestro viaje camino de las playas de anidación de la tortuga olivacea o lora paslama (Lepidochelys olivacea) en el sur de Nicaragua, a ver si tenemos suerte de ver alguna arribada de unos cuantos ejemplares…

                                              Nuestro alojamiento:
Las hamacas de la cabaña
Los baños

Nuestra cabaña

El horno de la pizzería


Sahara con sus ejercicios en el "porche" de nuestra cabaña

                                         Unas fotos con las telas:







Sahara y su amiga Natalia

                                         Los baños en el lago:
De fondo, el volcán Madera

De fondo, el volcán Concepción

Sahara con amigos de la zona

                                         Las caminatas:
"El explorador"









Recogiendo y degustando mangos caídos de los árboles 

                                         Petroglifos en nuestro alojamiento:




Mono carablanca

Bufo marinus

Calocitta formosa

Oruga peluda

                                          Ranas no identificadas cantando:

                                               

Monos carablanca: 
                                                



Murciélago Saccopteryx bilineata:

"Acrobacias" en las telas:
                                         








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