UN DÍA EN SAN CRISTÓBAL DE LAS CASAS, PASO POR COMITÁN Y LAGOS DE COLÓN
Uno de los muchos lagos (o más bien lagunas) de Colón, que cae a la derecha formando una pequeña cascada |
De vuelta en Tuxtla Gutiérrez nos
instalamos nuevamente en la pensión que utilizamos como cuartel general, donde
nos quedamos un par de noches más. Aprovechamos la estancia en la ciudad para
visitar nuevamente las oficinas de la CONANP (Comisión Nacional de Áreas
Nacionales Protegidas) el miércoles 30 de enero, para ver si concretamos alguna
actividad para los próximos días, y quedamos con Rafa para ayudarle en el
anillado de paseriformes en la periferia de la Reserva de la Biosfera de La
Encrucijada durante toda la semana próxima.
Redes montadas a la altura de las copas |
No concretamos nada, pero me apunto para ir a anillar chipes con él mañana a primera hora, en una estación de anillado que forma parte de un proyecto que esta asociación está llevando a cabo en un par de pequeñas reservas en la periferia de la ciudad, y que tiene como objeto de estudio a las parvadas (bandadas) mixtas de chipes o reinitas migratorios del género Setophaga (=Dendroica), y más concretamente del escaso y amenazado chipe de mejillas amarillas (Setophaga chrysoparia).
Eric sacando un pájaro de la red |
Quedamos a las 6:00 para montar las
redes temprano, y las situamos mediante poleas rudimentarias a unos tres metros
por encima de nuestras cabezas, a la altura de las copas de los árboles, por
donde los bandos de estos hermosos pájaros se mueven en busca de alimento.
En total, atrapamos cuatro aves en el transcurso de la mañana hasta que recogemos alrededor de las once, aunque
ninguna pertenece a la especie que buscamos.
Concretamente, capturamos un chipe blanco y negro (Mniotilta varia); dos chipes de Townsend (Setophaga townsendi), macho y hembra; y un colibrí orejiblanco (Hylocharis leucotis), que se libera directamente sin anillar.
Concretamente, capturamos un chipe blanco y negro (Mniotilta varia); dos chipes de Townsend (Setophaga townsendi), macho y hembra; y un colibrí orejiblanco (Hylocharis leucotis), que se libera directamente sin anillar.
Macho (a la derecha) y hembra (en el centro) de Setophaga townsendi y macho de Hylocharis leucotis |
De vuelta a San Cristóbal y después
de recorrer un montón de librerías en busca de un libro sobre la historia del
movimiento zapatista que no encuentro, recojo a Carmen y Sahara en la pensión y
nos vamos en autobús a Comitán, bonito pueblo cercano a la frontera con
Guatemala, donde nos quedamos a dormir. Allí me sube la fiebre, pues me ha
debido de coger algo el frío con el madrugón de la mañana, y ya notaba algún
síntoma de gripe antes de salir de Tuxtla, por lo que decidimos quedarnos una
noche más.
El domingo me encuentro algo mejor,
así que seguimos a los Lagos de Colón, el destino escogido para hacer algo de
tiempo antes de ir a La Encrucijada.
Nos han hablado muy bien de este
lugar y tiene muy buena pinta, con más de 40 pequeños lagos de aguas de color
turquesa conectados entre sí y rodeados de bosque, pero lo encontramos atestado
de gente, el lunes es festivo y parece que todo el mundo vino a disfrutar de
los refrescantes baños en las lagunas. Yo me encuentro algo mejor y nos damos
un paseo por toda el área, buscando algún sitio más tranquilo para bañarnos,
aunque el día refresca un poco y solo Sahara prueba el agua, animado por un
pequeño empujón que no le parece nada bien. El plan era el de salir a foquear
por la noche, ya que el sitio tiene buena pinta, pero mi amiga la fiebre vuelve
a visitarme y cancelamos los planes para dedicarnos al descanso.
En los Lagos de Colón existe una
zona arqueológica llamada Lagartero, situada a un par de kilómetros de
nuestro alojamiento. Su ubicación a la orilla de una de las lagunas hace que
resulte un lugar muy especial, así que como me encuentro algo mejor, salimos a
verla por la mañana.
El sol aprieta mucho y el recorrido
transcurre durante un buen trecho entre campos de maíz, sin una sombra en la
que resguardarse. Hacemos una parada y Carmen y Sahara se dan un baño mientras yo reposo un poco tirado sobre el suelo de madera de un puente.
Ese bulto en la sombra soy yo, agonizante |
Al día siguiente vuelvo a estar bien y seguimos con nuestros planes, así que después del último baño en unos lagos que hoy están prácticamente vacíos, continuamos en dirección a Acapetahua, donde quedamos con Rafa para las jornadas de anillamiento.
Más imágenes de los lagos y las ruinas:
No hay comentarios:
Publicar un comentario