San Ignacio, o el Cayo, como lo
llaman sus pobladores, no es un lugar en el que haya mucho que hacer, sobre
todo si no vives aquí. Es por eso que nos sentimos un poco desilusionados al
haber abandonado la tranquila laguna de Crooked Tree y el Lodge del mismo
nombre, para venir aquí a esperar noticias acerca de la posible entrada al
Parque Nacional de Chiquibul con el personal del proyecto del guacamayo
escarlata (Ara macao) y recibir las
malas nuevas de que definitivamente no podemos acompañarles al monte porque el
coche se estropeó y no hay un vehículo en el que llevarnos a todos.
Segundo alojamiento en que nos instalamos en San Ignacio |
Deambulamos por el pueblo durante
cuatro días, con los baños en el río Macal, que atraviesa esta población, como
principal pasatiempo y método de lucha contra el asfixiante calor, esperando
que cambie la situación y al menos podamos acompañar al equipo que realiza el
seguimiento del águila solitaria (Buteogallus
solitarius) en el Mountain Pine Ridge Forest Reserve.
Río Mopán, en las cabañas |
La pena no nos dura mucho, ya que al
tercer día nos acercamos al pueblecito de Bullet Tree Falls, a un antiguo Lodge
junto al río donde Pato, Rosaura y Camilo tienen su furgoneta y algunas cosas
más, y a donde pensaban regresar estos días. Todavía no han llegado, pero el
sitio está genial, pasamos buena parte de la tarde bañándonos en el río, y
Mike, el dueño, nos ofrece una cabaña para alquilar por un precio mensual al
que no nos podemos resistir.
Pasamos un día más en San Ignacio,
tras el que decidimos mudarnos directamente a la bonita cabaña que nos ofrecen
en Bullet Tree el 3 de mayo, mientras esperamos para participar en alguno de los proyectos
de los que Roni es responsable.
Mercado del "Cayo" |
Terracita |
Disfrutamos un montón con nuestra
nueva casa. A la comodidad de no tener que pensar qué hacemos con nuestras
cosas si salimos a pasar unos días al monte, hay que añadir la inmensa
tranquilidad del sitio, en el que disponemos de una cabaña de techo de palma con
dos pisos, en la que nuestra habitación y el baño (equipados con todo lo
necesario) ocupan la planta baja, mientras que arriba se encuentra la cama de
Sahara y un espacio en el que jugar. En la parte trasera, una pequeña terraza
con asientos y hamaca permite que disfrutemos de las veladas en el exterior sin
salir del recinto de nuestro hogar.
Plataforma sobre el río |
Fuera está la cocina comunitaria y
un espacio mitad cubierto y mitad descubierto que hace las veces de comedor,
desde el que vemos el río mientras desayunamos o comemos.
La plataforma sobre el río, a pocos
metros de nuestra puerta, completa la imagen de la nueva residencia. En ella,
hamacas y tumbonas invitan a relajarse después de un refrescante baño en las
tranquilas aguas del río Mopán, donde jugamos, nadamos y nos tiramos desde una
cuerda al agua varias veces cada día. Un par de plataformas más pequeñas sobre
el cauce ofrecen diferentes lugares para disfrutar del baño para los distintos
ocupantes de las cabañas.
Con Mike y Brenda en el comedor |
Hay cuatro cabañas y una casa más
grande, y al lado de la nuestra viven Mike y su pareja Brenda; en la más alejada,
Mariano y Emilia, argentino y uruguaya amigos de Pato y Rosaura que comienzan
su tercer mes de estancia en este sitio; la otra es la de nuestros amigos
argentinos, que todavía no han llegado; y la casa grande está alquilada por Din,
un estadounidense retirado una década mayor que nosotros.
Kinkajú |
En nuestra segunda noche vemos a
placer un kinkajú (Potos flavus), que duerme en una de las muchas palmeras cohune (Attalea cohune) o corozos que hay entre
las cabañas y el río, pues nos dicen que se ve a menudo saliendo del interior
de alguna de estas palmas. Este será unos de nuestros vecinos animales, que
iremos viendo de vez en cuando, ya que un par de días más tarde vuelve a pasar
a escasos metros de donde nos encontramos. Otros de estos vecinos peludos son
los agutís (Dasyprocta punctata), que
vemos a menudo desde nuestra terraza durante el día mientras escuchamos a los
monos aulladores negros (Allouatta pigra)
al otro lado del río; y los tlacuaches (Didelphis virginiana), que se dejan ver alguna que otra noche. Además nos comentan que en el
río vive una familia de nutrias (Lontra
longicaudis) que con un poco de suerte pueden observarse desde aquí.
Tlacuache |
Búho moteado |
Entre nuestros vecinos emplumados
más destacados se encuentran los rascones cuelligrises (Aramides cajanea), los búhos moteados (Strix virgata), los trogones violáceos (Trogon violaceus), los loros frentiblancos (Amazona albifrons), los pericos aztecos (Aratinga nana), los tucanes pico iris (Ramphastos sulfuratus), los saltarines cabecirrojos (Pipra mentalis), cuatro especies de
martines pescadores (Megaceryle torquita,
Chloroceryle amazona, C. americana y C.
aenea), el carpintero lineado (Dryocopus lineatus), la aguililla gris (Buteo
plagyatus) o un gran bando de cormoranes neotropicales (Phalacrocorax brasilianus) que utilizan
este tramo de río para pescar.
Rascón cuelligrís |
Además, una buena cantidad de basiliscos (Basiliscus vittatus) e iguanas verdes (Iguana iguana), de las que algunas son machos
de gran tamaño, viven en los árboles de la orilla, ofreciéndonos buenos
espectáculos mientras comemos en la plataforma descubierta del comedor.
Iguanas verdes |
Es durante nuestros primeros días
en la nueva residencia cuando Sahara empieza a bañarse en el río sin sus
manguitos, y poco a poco dejará de usarlos para aprender a nadar sin ningún
tipo de soporte. De hecho, gana confianza con cada minuto que pasa en el agua,
circunstancia a la que ayuda bastante la existencia de la cuerda, desde la que
le encanta lanzarse una y otra vez sin ningún miedo a la caída ni al posterior
chapuzón, con el que desaparece completamente bajo la superficie del río para
aparecer riéndose a los pocos segundos.
Bajando el río montados en neumáticos |
Otra de las diversiones acuáticas de
que disponemos es la de descender un tramo del río montados en dos cámaras de
neumático que hay en las instalaciones, y desde las que podemos de disfrutar de
la visión de las orillas y de un baño un poco distinto.
Sahara amanece un día con unos
pequeños granitos alrededor de la nariz, a los que no damos demasiada
importancia aparte de la de aumentar la higiene del enano, lavándole con agua y
jabón varias veces al día. A pesar de eso, no se van, sino que van creciendo
cada vez más y convirtiendose en pequeñas llagas, que se le extienden a otras
partes de la cara (aunque no era tan grave como suena). Dos o tres días más
tarde, antes de acostarse a dormir y cuando ya pensábamos llevarlo al médico al
día siguiente, se da un golpe y se hace una herida abierta en un dedo del pie
que hace que se despierte de noche quejándose de dolor en la pierna. Por la
mañana no puede apoyarla ni caminar, así que lo llevamos al hospital, y resulta
que tiene una infección bacteriana. No es grave, pero debemos atacarla con
antibióticos para que no se extienda más y deje de dolerle la pierna.
Sahara y Camilo jugando a pintarse con carbón |
El día 6 llegan desde Caye
Caulker nuestros amigos Pato, Rosaura y Camilo, así que Sahara podrá jugar con
un amigo sin tener que salir de casa, algo que ya llevábamos tiempo deseando y
les va a venir muy bien a los dos, aunque durante unos días no va a poder
bañarse con él en el río debido a su infección. Para nosotros su llegada
también supone una mejora, y compartimos veladas, vemos peliculas juntos y
Carmen aprovecha para practicar yoga con Rosaura y aprender algún punto nuevo
de macramé.
Rosaura y Carmen haciendo yoga en un entorno muy relajante |
El día 10 me voy con Roni a
Mountain Pine Ridge. La familia no puede acompañarme para que el pequeño se
recupere del todo, así que se quedan en las cabañas disfrutando de la compañía
de nuestros nuevos vecinos y de los baños en el río mientras yo disfruto unos días
de algo de monte, que relataré en la próxima entrada.
Más fotos:
De San Ignacio:
Amanecer en la habitación de nuestro alojamiento |
Pobladores en el río Macal:
Bautismos |
En la calle de nuestro alojamiento |
Rasta |
Black & white |
En las cabañas y el río Mopán:
Sahara tocando con Mike:
Alex (hermano de Mike) y un colega arreglando un djembé:
Haciendo yoga:
Camilo y Sahara disfrutando juntos de las cabañas y los ríos Mopán y Macal:
Algunos fotos de la fauna que rodea nuestra nueva casa:
Kinkajú:
Agutí:
Rhynchonycteris naso, habitantes de la plataforma:
Carpintero lineado:
Rascón cuelligrís:
Trogón de collar:
Iguanas verdes:
Basiliscus vittatus:
Algunos vídeos:
Jugando en el río Macal:
Saltarín cabecirrojo (Pipra mentalis) que nos vino a saludar a nuestra llegada (la verdad es que no lo volvimos a ver nunca más):
Este es el lugar en el que tenemos nuestra cabaña en Bullet Tree Falls:
Y la cabaña:
Sahara y Carmen saltando al río desde la cuerda:
Sahara y Mike tocando juntos:
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