DARIÉN. LA ÚLTIMA FRONTERA SALVAJE (III)
Volvemos a visitar a nuestros amigos emberás (02-05/08/12)
| Pintados con Jagua (Genipa americana) a las afueras de la aldea de Playona |
Después de la
tarde de descanso tras el viaje desde el Parque Nacional Darién, Sahara se
encuentra mucho mejor y ya no tiene fiebre, así que nos dirigimos otra vez a
Playona con los víveres que nos quedan de nuestra expedición por la selva y con
la intención de pasar allí un par de noches. Además llevamos carne de sobra
para invitar a toda la familia de Belkis a un par de buenas comidas.
La acogida fue
muy buena, y enseguida Rosalía, la mamá de Belkis, nos ofrece su casa para
montar la tienda de campaña durante el tiempo que pasemos allí.
| Hizo muchos amigos, aunque en la foto no esté muy integrado |
La verdad es que en ese sentido estos poblados son geniales, ya que abundan los niños de todas las edades que pululan libremente por la aldea, se bañan en el río y hacen un poco lo que quieren.
Pero una de las cosas que más le gustó al enano fue dormir por primera vez en casa de una amiguita y poder jugar con ella de la mañana a la noche.
| Sahara en medio del poblado |
Parece que la cosa está difícil y nos comunican que el único árbol que queda en la zona está en el huerto de la familia de nuestros anfitriones, que aparentemente no muestran gran interés en llevarnos.
| Lavando ropa entre juego y juego |
Durante nuestro segundo día en el poblado vamos a darnos un baño y a lavar la ropa en el río, y enseguida nos vemos rodeados por un montón de niños con los que pasamos un muy buen rato jugando en el agua hasta no poder más.
| Camino del huerto |
Su huerto está río abajo, y llegamos tras un bello paseo en piragua, primero a remo y luego a motor.
Recogemos un
saco lleno de frutos de jagua, además de otro de mangos y algunos limones, y
casi toda la familia participa en la excursión con alegría.
| Sesión de pintado |
Terminamos la decoración corporal ya avanzada la noche y nos vamos a acostar. Hasta mañana las pinturas no adquirirán el color oscuro que nos protegerá la piel de los picores y los rayos solares.
La mañana
siguiente la dedicamos a darnos una pequeña vuelta por la aldea y la selva
circundante mientras Sahara juega con sus amigos por última vez, y a darnos un
baño rápido antes de irnos en la primera piragua que podemos agarrar antes del
mediodía.
Volvemos a
Metetí a pasar nuestra última noche en el Darién, y por la tarde terminamos de
pintar a Sahara, que ayer se quedó dormido a mitad de sesión, y descansamos un
poco antes de nuestro largo viaje de vuelta a Ciudad de Panamá mañana temprano.
| Niños de Playona |
| Camino del huerto |
Sesión de pintado con Jagua:
| Piragua en el río |
En el poblado:
Usando el machete en los alrededores del poblado:
Y con más niños de la comunidad:
Doraida tejiendo un cesto de fibra natural:
Una araña:
| Hasta la próxima!! |



Joder macho, con ese machete y asi pintado acojonas..(aun más).
ResponderEliminarAfortunados que son los habitantes de ese pueblo que Sahara tiene sólo 3 años.. con unos más estaría llenando los poblados de pequeños tarzanes rubios. jaja
Pasadlo bien, un abrazo y cuidaros mucho.
Un abrazo para todos, Cristóbal y Diana estan flipando con el viaje de Sahara.
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