CHACAHUA, PARQUE NACIONAL DE LA COSTA
DE OAXACA. PASAMOS LAS FIESTAS ENTRE PALAPAS, BAÑOS EN EL MAR Y PESCADITOS
RICOS
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Parque Nacional Chacahua. Llegamos en lancha por el canal de la izquierda, que gira al fondo a la derecha hacia la laguna. El pueblo está partido en dos por la bocana, y nuestra palapa es casi la última de la playa que se pierde hacia el final de la foto. Toda la vegetación es manglar y la panorámica está sacada desde el faro. |
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En un paseo a orillas del mar |
Algo más de ocho horas en combi
separan la ciudad de Oaxaca de Puerto Escondido, nuestro siguiente destino a
orillas del Océano Pacífico.
Pensábamos estar sólo de pasada en este pueblo
costero, mezcla de tradición pescadora y turismo desenfrenado, pero una
repentina subida de fiebre y tos por parte de Sahara, nos detiene aquí durante
cuatro días.
A pesar de eso, caminamos algo por la costa y visitamos una laguna
costera cercana, e incluso cae algún baño, después de tanto tiempo lejos del
mar, aunque la verdad es que estamos deseando seguir nuestro camino hacia
lugares un poco menos estropeados.
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Panorámica de Puerto Escondido. Tiene buenas playas, pero está muy masificada para nuestro gusto |
En cuanto el enano se mejora un
poco, decidimos que lo mejor que se puede hacer para que vuelva a estar
totalmente sano, es llevarlo a una playa hermosa donde pueda disfrutar del mar.
Efectivamente, la playa, la laguna y el pueblo de Chacahua, situados en el
Parque Nacional del mismo nombre, terminaron de curarlo.
No se cómo describir el buen rollo
que nos dio el sitio, y eso a pesar de que estaba bastante lleno de gente
debido a las fechas en que estamos, pero lo cierto es que nos quedamos nueve
días, en vez de los tres o cuatro que pensábamos al principio.
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Canal entre manglares en la laguna |
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Camino del pueblo de Chacahua |
Partimos hacia el P.N. Lagunas de Chacahua
el día 24 de diciembre, nochebuena, y para llegar hasta allí salimos de Puerto
Escondido en una combi que nos dejó en el cruce de Zapotalito. Aquí nos
recogieron en su coche unos chicos de Nayarit que no tenían muy claro si ir a conocer la
laguna hasta que decidieron acercarnos hasta allí. Después tomamos una lancha,
y nuevamente nos subvencionaron parte del viaje nuestros nuevos amigos, gracias
a los cuales hicimos a menos de la mitad de precio el tour guiado por los manglares
de la laguna, que nos llevó hasta la aldea pescadora de Chacahua.
Lo primero que hacemos nada más
llegar es acoplarnos en una sombra para comer, ya que traemos comida preparada
desde Puerto Escondido, luego algunos se dan un bañito mientras otros leemos un
poco, y ya tenemos una muestra de lo que van a ser los próximos días aquí:
sobre todo leer, descansar, relajarnos en las hamacas, bañarnos, comer pescados
y mariscos y socializar.
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Playa de Chacahua, donde después de nuestra palapa, prácticamente sólo había una desierta extensión de arena de varios kilómetros de longitud |
Recorremos la zona de palapas (modestos
restaurantes playeros con techado de hojas de palmera) hasta el final y nos
instalamos en una de las últimas, en la que no hay apenas gente y donde se
puede acampar gratis a cambio del consumo realizado en el restaurante.
Nuestra cena navideña consiste en
pescado fresco y cerveza, seguido de un poco de mezcal y yerba oaxaqueños, todo
ello degustado descalzos sobre la arena y en camiseta de manga corta a orillas
del mar. Una vez más nos encontramos en un trozo de paraíso.
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Horacio, Sofi, Teo, Emanuel, Sahara Ugatz, Andrea,
Marcos y Carmen en el chill out de la palapa |
Durante toda nuestra estancia
compartimos palapa con un grupo de gente plurinacional: Teo y Sofi, hermanos
chilenos de Santiago y su amiga Eli; Andrea, asturiana y Emanuel y Horacio,
mexicanos del Distrito Federal, la mayoría compañeros en la UNAM (Universidad
Nacional de México). Sahara hizo muy buenas migas con todos ellos, y hasta los
acompañaba a bañarse juntos o se quedaba con ellos mientras nosotros dábamos
una vuelta. Por nuestra parte, conversamos bastante con ellos y pasamos buenas
veladas, amenizadas por el fuego y las canciones, la guitarra y el cuatro de Teo.
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"Aprendiendo" a tocar el cuatro venezolano |
Algo hicimos a parte de vaguear,
vivir bien y ver pasar los días, y alguna vez salimos a ver pájaros al amanecer
o al atardecer, encontrando especies nuevas como en todos nuestros destinos hasta ahora.
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La tortuga de arriba es negra, las demás olivaceas |
Después de esta visita bajamos a la
playa de este lado, más salvaje, y nos encontramos a un trabajador del
vivero de tortugas y a sus dos hijos pequeños soltando un pequeño grupo de
crías de tortuga recién nacidas, de las especies olivacea (
Lepidochelys olivacea) y negra o prieta (
Chelonia
agassizii). Además de ejercer como guardián de las tortugas otra vez y de
soltar a los pequeños quelonios, Sahara se lo pasa muy bien jugando con sus
nuevos amigos durante el rato que estamos en la playa. Después subimos al faro
y encontramos allí a nuestros compañeros de palapa, con los que disfrutamos de
las espectaculares vistas de la laguna, la playa y el pueblo y de un bonito
atardecer sobre el mar.
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Soltando las pequeña tortugas |
También hacemos un par de patrullas
nocturnas en busca de tortugas por la playa, ya que estamos en época de
nacimientos y todavía continúa la temporada de puestas, pero estamos en una
fase de la luna en la que no tenemos muchas posibilidades de ver gran cosa.
Efectivamente, ninguno de los dos días vemos nada y terminamos dando vuelta
cuando Sahara dice que ya está cansado y quiere irse a la cama.
Para el enano estos días han sido
inolvidables, pues aparte de sus colegas de más edad, pudo relacionarse con
gran cantidad de niños e hizo una amiga permanente en uno de los restaurantes
playeros que había en el pueblo, donde fuimos a comer casi todos los días a la
vuelta del baño para que pudiera jugar con su amiga Alison.
Pero lo mejor fue el agua. Baños en
el mar, donde las olas rompían con fuerza, dando mucho juego para divertirse
saltándolas, dejándose arrastrar o intentando surfearlas, y baños en la laguna,
donde el agua está más tranquila y se puede nadar más a gusto. Casi todos los
días íbamos al menos una vez a uno de los embarcaderos de madera del pueblo,
desde donde tanto Sahara como nosotros pasábamos las horas tirándonos desde la
pasarela. El pequeño está mejorando mucho con las clases de natación y, aunque
cuesta bastante que lo intente sin manguitos, con ellos ya nada hacia adelante,
hacia atrás, hace el muerto y se maneja con suficiente soltura en el agua, sin
importarle estar en la zona en que no hace pie.
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Haciendo el muerto |
Lo dicho, un pequeño paraíso en el
que hemos tenido tiempo para disfrutar de distintas actividades para toda la
familia, a pesar de tomárnoslo con mucha calma y de haber pasado muchas horas
tumbados en la hamaca o en los sillones, leyendo y socializando con nuestros
compañeros de palapa.
¡Y que dure la buena vida!
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Sendero costero y faro de Puerto Escondido |
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Paradita a orillas del mar |
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En el paseo de noche |
De camino hacia Chacahua por los canales del manglar:
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Nuestra casa en la palapa durante casi semana y media |
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De siesta |
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Después de buscar el tesoro con su amiga Andrea |
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De camino al baño en el mar |
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Esperando la puesta de sol |
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En el faro, con Teo, Sofi, Emanuel, Andrea y Eli |
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Puesta de sol |
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Jugando con unas cariocas |
Algunas imágenes del pueblo:
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Restaurante de Alison |
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Amigas de la laguna |
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"Pescando" |
El indio en la playa de la laguna, con sus flechas de espinas de pez:
Jugando con Alison en su restaurante:
Y con sus compañeros guardianes de tortugas:
Saltando en una cama elástica:
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Cartel explicativo en el cocodrilario |
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Manejo de un gran cocodrilo |
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Administración de suero |
Carneando un pez vela recién pescado:
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Pelícanos pardos (Pelecanus occidentalis) |
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Sternas y rayadores americanos (Rynchops niger) |
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Pelícanos |
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Garceta grande (Casmerodius albus) |
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Descanso en la barra de arena |
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Exoesqueleto espinoso de un pez globo |
De vuelta en Puerto Escondido:
Tiendas de santos, brujerías y plantas y remedios naturales:
Vídeos de los pájaros del manglar (Pelecanus occidentalis, Sterna caspia, S. maxima, S. sandvicensis, Rynchops niger, Larus atricilla, Egretta rufescens...)
conozco chacahua es un lugar hermoso !!! estuve ahi tres dias, mucha relacion dias soleados, platicas y agua!! llegue a su blog buscando fotos de chacahua y lei todo, es una hermosa aventura me facino, la forma de narrarla tan detallada y bonita, gracias por compartirla :D
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