ESTADO DE CHIAPAS. TUXTLA GUTIÉRREZ,
CAÑÓN DEL SUMIDERO Y SIMA DE LAS COTORRAS
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Cañón del Sumidero, visto desde el mirador La Ceiba |
Salimos de Juchitán hacia Tuxtla
Gutiérrez, la capital del Estado de Chiapas, en el sur de México. Antes hacemos
una parada en Arriaga, donde comemos y cambiamos de transporte, así que
llegamos a Tuxtla el día 12 por noche. Como siempre, toca buscar un alojamiento
económico que, a ser posible, disponga de Internet inalámbrico, nos damos una duchita
revitalizadora después de todas las horas pasadas en el autobús y vamos a la
plaza central a cenar algo. Estamos alojados en pleno centro, así que la plaza
está a un par de cuadras de la puerta de nuestra pensión, y además está en fiestas,
así que hay algo de ambiente en la calle y comemos en un puesto de tacos
disfrutando del panorama.
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Cañón del Sumidero, visible desde la ciudad de Tuxtla Gutiérrez |
En estos momentos ni siquiera
sospechábamos todavía que Tuxtla Gutiérrez sería nuestro cuartel general
durante bastante tiempo. De momento nuestros planes son los de visitar el Cañón
del Sumidero y la Sima de las Cotorras antes de continuar nuestro camino hacia
Palenque y la Selva Lacandona, y luego dirección Península de Yucatán y Belice.
Estos planes irán cambiando poco a poco, a raíz de un par de visitas que
hacemos los días 15 (antes de irnos a la Sima de las Cotorras), 18 y 21 al
Palacio Federal, donde se encuentran las oficinas centrales de la CONANP
(Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas). Nuestro objetivo es
solicitar la colaboración con distintas áreas protegidas en el estado, así que
hablamos con varios de los directores y de los biólogos que trabajan en ellas.
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Sahara "monitoreando" un coleóptero |
Todo se queda en el aire, pues es principio de año y ha habido un cambio de
gobierno, así que los calendarios y los presupuestos todavía se están
preparando para comenzar los trabajos durante el mes de febrero. A pesar de
esto, nos reciben muy bien y parece que podremos hacer algunas cosas guapas si
todo va bien (nos hablan de anillamiento de paseriformes, trampeo de
murciélagos, monitoreo de cocodrilos y limícolas, colocación de cámaras trampa
e incluso trampeo de jaguares).
Veremos que pasa y si sale algo….
Cañón del Sumidero
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Vista del cañón desde el mirador Los Chiapa, desde donde se supone que se arrojaron los pobladores originarios de la zona para no ser vencidos y humillados por los invasores en el siglo XVI |
A pesar de ser uno de los lugares
más visitados y conocidos en los alrededores de Tuxtla, no resultó fácil
conseguir información fidedigna acerca del Cañón del Sumidero, de cómo llegar y
qué hacer allí. Y esto a pesar de que visitamos la oficina de turismo, pero
parece que todo el mundo contrata un tour guiado en lancha por el interior del
cañón que a nosotros no nos seduce demasiado o se acerca a los miradores en un autobús turístico. Lo único que sacamos en claro es
que nos desaconsejan ir por nuestra cuenta a los miradores porque hay que
caminar mucho, pero nadie puede precisar cuánto, sólo que es mucho.
Con esta escasa información, el día
14 nos dirigimos en una combi a la entrada de la zona protegida, donde ya nos
aclaran que sí, que hay que caminar bastante, unos tres kilómetros hasta el
primer mirador y 17 hasta el último, el más impresionante. Vaya, pues tenían
razón, es lejos.
El Parque Nacional del Cañón del Sumidero es una profunda brecha de
unos 15-
20 kilómetros
de longitud horadada en la piedra caliza por el río Grijalva durante los últimos
12 millones de años. En la parte más alta, las paredes verticales caen en torno
a 800-
1.000 metros
(no está clara la altura exacta) hasta el río, que en esta zona es bastante
sinuoso y mantiene una población de cocodrilo de río (
Crocodylus acutus) bastante especial, pues habita esta cuenca de
agua dulce sin influencia marina y está aislada del resto de poblaciones, normalmente
más asociadas a la costa pacífica y al agua salobre.
Este cañón aparece representado en
el escudo de Chiapas, pues fue el escenario de una famosa batalla entre
españoles y chiapanecas en el siglo XVI, que dio
origen a la leyenda que cuenta que los indígenas prefirieron lanzarse a las
profundidades del cañón antes que ser sojuzgados por los invasores. El triunfo
español motivó que Carlos V otorgara a la capital de la provincia en aquel
momento, la actual San Cristóbal, el escudo que ahora pertenece a todo el estado.
Llegamos andando hasta el mirador de
La Ceiba, el primero que encontramos
en nuestro camino, y las vistas son
bastante impresionantes. Mientras decidimos qué hacer, pues el siguiente
mirador está a unos once kilómetros, llega José Miguel, un trabajador del área
protegida en una ranchera. Se dedica a revisar trampas de insectos que tienen
colocadas en los miradores para detectar la presencia de la mosca de la fruta,
una plaga que ha llegado desde el sur y estropea la fructificación de
determinadas especies arbóreas, así que aprovechamos para pedirle que nos lleve
en la caja de su vehículo hasta el final de la ruta. Paramos en tres de los
cuatro miradores que nos quedan por ver (La Coyota, El Tepehuaje y Los Chiapa,
no paramos en El Roblar, el penúltimo, donde no hay trampas colocadas que revisar
y cambiar).
Al final conseguimos ver el cañón
desde todos los puntos, algo que mereció la pena a pesar de las prisas, y
además volveremos temprano y no demasiado cansados a casa.
Pedimos a José Miguel que nos deje
otra vez en el primer mirador, donde nos encontró, y comemos allí
tranquilamente antes de darnos la vuelta y volver a Tuxtla, donde repetimos la
visita a la fiesta de la plaza, el ritual de comerse un elote, y una cena a
base de tacos y cerveza.
Sima de las Cotorras
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Carmen en el camino que baja hasta las pinturas rupestres |
La Sima de las Cotorras es una
cavidad circular de piedra caliza de unos 160 metros de diámetro y
140 de profundidad, localizada en la periferia de la Reserva de la Biosfera
Selva de El Ocote, a unos 12
kilómetros de la localidad de Ocozocoautla (Coita), que
está a unos 45 minutos de Tuxtla en autobús. En esta cavidad anidan y descansan
cientos de cotorras verdes mexicanas (Aratinga
holoclora), que ofrecen un hermoso espectáculo al entrar y salir las
bandadas volando en círculo hasta y desde el fondo de la cueva,
respectivamente.
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Nuestro primer campamento bajo los árboles |
La gestión del espacio es realizada
por la cooperativa de ecoturismo Zahamamguimo, perteneciente al pueblo indígena
Zoque que habita la zona y cuenta con cabañas, un restaurante, baños, zona de
acampada y servicio de rappel en la sima, todo bastante bien integrado con el
entorno. Nosotros montamos la tienda cerca de la cavidad después de echarle un
ojo a ver si veíamos algo, ya que llegamos pocos minutos antes de que
anochezca. Nos informan en el restaurante que hoy las cotorras no han llegado a
la gruta, pues es algo pronto, ya que empiezan a llegar para elegir oquedades y
preparar sus nidos a partir de mediados de febrero. Al parecer, antes de esa
fecha solamente la visitan de vez en cuando.
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Zopilotes negros (Coragyps atratus)
posados al borde de la sima |
A pesar de este inconveniente, el
paisaje es sobrecogedor, pues el agujero tiene unas dimensiones considerables y
la vegetación del fondo, formada por especies arbóreas propias de la selva alta
siempre verde, probablemente transportadas hasta la sima en forma de semillas
por las propias cotorras, contrasta enormemente con la selva baja caducifolia
que rodea la sima.
En cuanto a la fauna, al menos vemos alguna ardilla (
Sciurus aureogaster), alguna especie
nueva de paseriforme, halcones murciélagueros (
Falco rufigularis)
y
escuchamos la pareja de búhos de virginia (
Bubo
virginianus) y los coyotes (
Canis
latrans) en tres ocasiones antes de irnos a la cama el primer día.
Por la mañana amanece nublado, pero hacemos el recorrido circular alrededor de la sima y el que se interna en su
interior, bajando unos 4
0
metros poor debajo del borde hasta la zona donde se encuentran las pinturas rupestres.
En esta
cavidad existen unas 33 pinturas, que representan personas, animales y manos,
estas últimas realizadas mediante la técnica de soplado de tintes vegetales a
través de un hueso hueco, probablemente de ave, y que son exactamente iguales a
las que vimos en la Cueva de las Manos, en la Patagonia argentina, a más de
5.000 kilómetros al
sur de aquí.
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Sendero perimetral de la sima |
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Segundo campamento, bajo techo para cobijarnos de la lluvia |
A media mañana empieza la lluvia,
justo cuando explorábamos en busca de un lugar desde donde hacer una espera a
los coyotes, que parece que rondan los alrededores de nuestro campamento, pues
aparte de los aullidos, encontramos varios excrementos en la pista de acceso, a
pocos cientos de metros de nuestra tienda. Afortunadamente, habíamos cambiado
la tienda de sitio al ver como el cielo nos amenazaba, y la instalamos bajo un
techado construido para cobijar a las caballerizas. Aún así, damos media vuelta
y esperamos a que escampe, pero el frío y la lluvia han llegado para quedarse y
ya no deja de llover hasta que nos vamos al mediodía siguiente, gracias a que el
encargado del rappel en la sima nos acerca en coche a la parada de autobús,
ahorrándonos la caminata de cuatro kilómetros bajo la lluvia.
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Sahara paseando por la sima |
Volvemos a Tuxtla Gutiérrez, pero
antes asistimos en Coita a una reunión que solicitamos con la bióloga de la
Reserva de la Biosfera de El Ocote, para ver si podemos colaborar en algo con
ellos. Una vez más, Karla nos recibe muy bien, charlamos durante un buen rato, sobre
todo del águila elegante (
Spizaetus
ornatus), el emblema de la reserva, y nos pide que revisemos un protocolo
de censo de esta especie, además de invitarnos a acompañarles próximamente en
un par de entradas para buscarla en dos zonas en las que tienen información de los pobladores
acerca de la existencia de individuos de esta bella rapaz. Quedamos en mantener el
contacto para concretar fechas y nos vamos, contentos de que la cosa marche.
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Cañón del Sumidero, mirador La Ceiba |
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Cañón del Sumidero, mirador El Tepehuaje |
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Yendo en la caja de la ranchera |
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Desde el mirador Los Chiapa |
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Sahara flipando |
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Hermoso coleóptero |
Algunas panorámicas más de la Sima de las Cotorras:
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Admirando las pinturas |
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Preparando la cocina |
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Campamento |
Algunos vídeos de la Sima de las Cotorras:
Llevando leña a nuestro nuevo refugio antes de que empiece a llover:
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